martes, 30 de julio de 2013

PUÑAL

Mi retoño,
mi polluelo,
me tira 
sus brazos.
Se cuelga
a mi cuello.
Yo trago
sollozos,
me muero,
en silencio,
mi niño
no vuela:
Es un niño enfermo.
Yo diera
mi vida,
la sangre,
mi aliento,
por verle
volando,
por saberle
diestro,
logrado,
y alegre
pero, 
no es posible.
No importa
lo que haga,
no vale 
mi esfuerzo,
no sirve 
mi pena,
por eso,
lo aprieto
fuerte,
contra el pecho,
y sollozo,
amargo,
callado,
hacia dentro,
le doy
mi cuidado,
me le doy,
entero,
Tengo un niño,
de oro,
mas lindo
que un verso,
y llevo
la angustia,
de saberlo 
enfermo.