La lectura
el devanar y ovillar
de la hebra del silencio
nos lleva al tramado
del telar de la palabra.
Por cada palabra que nace
Por cada palabra que nace
hay también una palabra de silencio
con letras y fonemas difíciles
solo deletreables
por la boca del aire
allá por el reverso del mundo
A veces
mientras remendamos
dos tiras de silencio
la voz se escapa
y la piel de una palabra
echa plumas como un pájaro
y se va volando
en busca de oidos
en los que anidar
pero siempre
va atada al silencio
por un hilo.
La pelambrera de ruido y voces
de esta tierra
llaman por obligación
al peluquero del silencio
Porque peludo e hirsuto
de gritos culpables
y palabras de
escándalo
este es un mundo duro
pero muy duro de pelar
Qué sería la voz
sin un sonoro callar.
Adonde caerían
las palabras tremendas
las sangrantes
las de pólvora y plomo
si no es en las fauces
siempre abiertas del silencio.
