jueves, 23 de agosto de 2007



Me he cortado el alma. No sé con qué herramienta. Sangra pero está feliz.
Hay un aire que viene de no se dónde. Un aroma de música que transforma las horas.
Y el tiempo malgastado se añora con dulzura.
No se cómo me puede traer la brisa, vitaminas oníricas. Es un secreto de la naturaleza.
Se ha retirado la muerte. Volverá sin dudas. Mil veces deberé morir y otras tantas, menos una, resucitar a esta vida. Solo pido que no haya muerte mas allá de la muerte. Eso ya está casi demostrado.

He resucitado
por un breve instante
sin un propósito fijo
sin tener claro por qué
escarmeno mis sueños
examino mis muertes
hago orden en mis vidas
y espero el caer de una moneda
para volver a morirme
o florecer otra vez.

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