lunes, 10 de septiembre de 2007

TRINCHERA ABANDONADA




Y se impuso el silencio;
los mil caleidoscopos,
los curvos paradigmas
pudieron con el rayo.
Se ha impuesto sin razón
el horizonte
mareado de razones imposibles,
vuelve el agua clara
a la charca;
la selva del alambre
se empecina
en morir secreta.
Con el dolor de un eclipse,
ave muda que no canta
ni vuela,
queda la ventana al infinito
en su vidrio quebrado
y ciega.
Se ha impuesto el acero
con violencia,
furia - hielo - silencio
es todo
venda y mortaja
portal sin puerta.
Hay un aroma a derrotas
y escozores de huida
cerrojos crepitantes.
De lado y lado de la sima
todo brilla
con el color
de una herida abierta.
La brújula,
el dedo acusador y recto
dieron muerte a la espera.
Ha vencido el silencio.

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